¿Sabías que el nervio vago es clave para regular el sistema nervioso? Activarlo nos ayuda a calmarnos y a mejorar diversas funciones del organismo. Entre ellas está el sistema digestivo, ya que evita problemas que son resultado de la colitis o el colon irritable.

En el blog de hoy te queremos contar sobre la importancia de este nervio para reducir la ansiedad y la mejor manera de estimularlo. Así que, sigue leyendo o aprende de manera profesional del tema con nuestra Maestría en Técnicas Terapéuticas en la Intervención Psicológica.

¿Cuál es la función del nervio vago?

El sistema nervioso autónomo tiene dos ramas que se activan cuando existe un peligro. Una de ellas es la simpática, que nos prepara para huir. La otra es la parasimpática, que se activa en modo de defensa, y produce una inmovilización o colapso.

A su vez, la rama del nervio vago parasimpático se divide en dos, una rama dorsal y la otra ventral. La primera está debajo del diafragma, y la segunda inerva los órganos por encima de este y la cara. Además, cumple las funciones que impactan en el comportamiento permitiendo la relación social y la empatía. La razón de esto es que esta rama, cuando está activada, detecta seguridad y relaja los sistemas de defensa.

No obstante, el nervio vago se encarga de la deglución, la tos, el vómito y la contracción del corazón. También, facilita los movimientos de respiración, del esófago, del intestino y reduce la frecuencia cardiaca. Incluso, interviene en la sudoración.

¿En dónde se encuentra el nervio vago?

Este nervio nace en el cerebro y acaba en el abdomen. Tiene una serie de ramificaciones nerviosas que conecta la información de lo que pasa en el cuerpo y en el cerebro. Así, estas fibras dan una respuesta ante lo que le ocurre al organismo, en un recorrido de abajo hacia arriba.

Se puede decir que es una especie de información que detecta si hay un problema en el cuerpo, en el entorno y en otras personas. Es decir, percibe si hay un problema en los órganos internos, si hay seguridad o peligro en los lugares o con las personas que nos rodean.

Formas de activación del sistema vago

Básicamente, el nervio vago avisa de las señales de seguridad o peligro que detecta. A partir de ello, el cerebro interpreta dicha información, la estudia y elige de forma autónoma la mejor respuesta para sobrevivir.

Otro característica importante es que este nervio trabaja más rápido que nuestra propia percepción. Es increíble que antes de que nos demos cuenta de lo que pasa a nuestro alrededor, el intercambio de información ya se ha hecho. Así, se activa la respuesta que ayudará a nuestro organismo a estar en calma. Pero, ¿cómo hace esto? A continuación, te lo explicamos.

Fibra dorsovagal

Es la fibra más primitiva. Este modo de protegernos del peligro la compartimos con animales menos evolucionados, como los reptiles. Cuando el sistema nervioso percibe una amenaza y siente que no puede defenderse, activa este modo en forma de inmovilización.

Por ejemplo, es la rama que se activaría en los niños que viven situaciones que sobrepasan sus capacidades y no son acompañados por los adultos. Esto tiene como consecuencia un trauma, y se paralizan.

Modo simpático

Esta rama la compartimos con otros mamíferos y es la más evolucionada. Funciona de manera involuntaria cuando detecta un peligro en el cuerpo o fuera de él. Así, pide al cerebro ayuda y el cuerpo se llena de sustancias, como la adrenalina, que nos alistan para luchar o huir.

Gracias a este modo podemos entender nuestras reacciones, que se basan en cosas reales o suposiciones. Es decir, la manera en que lo interpreta nuestra mente puede estar sesgada por experiencias vividas.

Rama ventrovagal

Es la rama que inerva los órganos y los músculos que están arriba del diafragma. Esta evolucionó para que podamos ser resilientes, sociales y tener confianza en los otros.

Esta rama actúa poniendo una clase de freno al sistema nervioso simpático. Así, reduce la frecuencia cardiaca, propicia un estado de relajación y permite la reparación del cuerpo.

¿Cómo estimular el nervio vago?

Trabajar el nervio vago mejora el tránsito intestinal y, en general, los problemas del aparato digestivo relacionados con el estrés. Además, reduce la migraña, frena el deterioro cognitivo y alivia la ansiedad. Solo debes hacer lo siguiente:

  • Realizar exhalaciones largas e inhalaciones más cortas.
  • Masajear el cuerpo.
  • Hacer paseos o caminatas a lo largo del día.
  • Practicar rutinas de estiramiento y relajación.
  • Estimular la risa.
  • Socializar con personas que te transmitan seguridad.
  • Cantar.
  • Tararear o repetir mantras.