En los últimos años, ha habido un mayor interés en la neuropsicología como un enfoque efectivo para comprender y abordar los trastornos neurológicos y psicológicos. La integración de conocimientos sobre el cerebro, el comportamiento y los procesos cognitivos ha llevado al desarrollo de planes de intervención neuropsicológica. Estos se centran en aprovechar las capacidades cerebrales y fomentar la adaptación y el bienestar en individuos con diversos desafíos de salud mental.

En el blog de hoy, te contamos más sobre los objetivos, características, fases y desarrollo de dichos planes para la salud de los pacientes. Así que, si quieres saber más del tema, ¡sigue leyendo!

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¿Qué es un plan de intervención neuropsicológica?

El plan de intervención neuropsicológica es un método de acompañamiento terapéutico enfocado al mejoramiento, estabilización o disminución del declive de las capacidades cognitivas de los/las pacientes. Dicho proceso contribuye a fortalecer las habilidades que se necesitan en el funcionamiento diario y en la adaptación a los diversos contextos.

Esta intervención se hace con base en el perfil cognitivo que se encuentra reportado en el informe de evaluación neuropsicológica del/la paciente. Los objetivos y el posible impacto varían según el caso, pues son personalizados y deben discutirse con el profesional a cargo del proceso. Es importante señalar que requiere de un trabajo conjunto entre el consultante, su familia y su terapeuta.

La atención neuropsicológica está dirigida a niños y niñas, adolescentes y personas adultas que cuentan con informe neuropsicológico reciente, un diagnóstico que requiera el acceso al servicio y/o una remisión de otra especialidad.

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Objetivos de una intervención neuropsicológica

A partir de la valoración previa de las capacidades cognitivas de la persona, se determina un plan de trabajo, orientado hacia las necesidades con el objetivo de lograr un nivel de bienestar óptimo.

Este servicio tiene el objetivo de disminuir el impacto que los problemas cognitivos tienen tanto en la vida diaria del paciente en los diferentes contextos en los que se desenvuelve, como en su familia, interviniendo de forma directa sobre la calidad de vida de ambos actores.

Fases de la intervención neuropsicológica

Para poder realizar la intervención de manera completa e integral se deben aplicar cuatro fases: la evaluación, la definición de objetivos y planificación del tratamiento, la rehabilitación, y por último, la creación de resultados. A continuación, te explicamos a detalle en qué consisten cada una de ellas.

1. Evaluación neuropsicológica

La primera fase es la evaluación neuropsicológica en la cual se describen y cuantifican las alteraciones cognitivas, conductuales y emocionales del paciente, generadas por la lesión o el daño cerebral adquirido.

Para llevarla a cabo hay que hacer una evaluación minuciosa de la persona a través de un análisis de las funciones cognitivas, tanto de las alteradas como de las que aún conserva el paciente. Así como de las habilidades que mantiene y utiliza en la vida diaria, y las que no. Por lo tanto, se utilizan todo tipo de pruebas y test diagnósticos para buscar factores responsables del síndrome que luego se utilizarán en la creación de la rehabilitación.

Objetivos de la evaluación

El proceso de evaluación neuropsicológica también constituye una oportunidad que se le brinda al paciente y a sus familiares para saber acerca de lo que le ocurre al/la afectado/a y lo que puede hacerse para mejorar su situación. Otros de sus objetivos principales son:

  • Describir las consecuencias de la lesión cerebral en términos de funcionamiento cognitivo, los posibles trastornos de conducta y las alteraciones emocionales.
  • Definir los perfiles clínicos de los distintos tipos de patologías que cursan con un deterioro neuropsicológico.
  • Establecer un programa de rehabilitación individualizado para mejorar su autonomía y la calidad de vida de la persona.
  • Desarrollar un diagnóstico preciso en determinadas enfermedades neurológicas y psiquiátricas.
  • Determinar los progresos de cada paciente, así como valorar la eficacia de los distintos tratamientos.
  • Valoración médico-legal del nivel de deterioro cognitivo y funcional de la persona, de cara a posibles indemnizaciones y procesos de incapacidad.

2. Definición del tratamiento neuropsicológico

La segunda fase en una intervención neuropsicológica es definir los objetivos y el plan de rehabilitación. Este debe basarse en las habilidades preservadas, de modo que pueden servir de soporte para intervenir en otras que están afectadas. Así, con toda la información recabada durante el proceso de evaluación hay que planificar los objetivos y las metas de la rehabilitación. Para ello es importante definir objetivos que estén relacionados con las actividades e intereses propios del paciente. Por ejemplo, si uno de los objetivos es que el paciente vuelva a practicar su deporte favorito, hay que establecer metas a corto plazo que ayuden a su consecución.

Sin duda, un programa de rehabilitación debe atender a los siguientes aspectos básicos:

  • Tratamiento de las funciones cognitivas alteradas.
  • Modificación de las conductas desadaptativas.
  • Apoyo psicosocial y gestión emocional.
  • Readaptación social y laboral.

3. Ejecución de la rehabilitación neuropsicológica

La rehabilitación es la más importante de las fases de intervención, ya que en esta etapa se aplican las estrategias para rehabilitar al paciente. Así, las áreas que se trabajan con más frecuencia en un plan de rehabilitación son: la orientación espacio-temporal, la atención, memoria, funciones ejecutivas, cálculo, el lenguaje y la lectoescritura.

El tratamiento también suele incluir sesiones de psicoterapia, generalmente terapia cognitivo-conductual, y el abordaje de la conducta desadaptativa mediante herramientas de modificación de conducta. Además, es importante trabajar codo a codo con la familia del paciente, de modo que ellos formen parte también del proceso de rehabilitación.

Cabe destacar que en las fases finales, se suelen agregar de manera más intensiva la mejora de habilidades sociales, la orientación vocacional, así como la reinserción a la vida social. El objetivo es que el paciente pueda retomar su rutina y adaptarse de manera adecuada a su entorno social y profesional.

4. Aplicación de resultados

La ultima fase de la intervención neuropsicológica es la generación de los resultados, la cual consiste en aplicar en su día a día lo que ha aprendido en la rehabilitación. Para fomentar y agilizar este proceso, hay que tener en cuenta los siguientes factores:

  • Incluir tareas que favorezcan la generalización de resultados.
  • Identificar los reforzadores en el ambiente natural del paciente.
  • Emplear ejemplos durante la rehabilitación y la adquisición de la habilidad en cuestión.
  • Utilizar materiales y situaciones similares a las empleadas en el contexto real.
  • Hacer un seguimiento que valore el nivel de aplicación de la rehabilitación obtenido.

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