Los deterioros cognitivos, como la pérdida de memoria, la dificultad para concentrarse y los problemas de atención, pueden afectar significativamente la calidad de vida de las personas de todas las edades. Afortunadamente, existe un creciente cuerpo de evidencia que respalda la idea de que la prevención y el manejo adecuados pueden ayudar a preservar la salud mental y mantener una mente ágil a lo largo del tiempo. En este artículo, exploraremos algunas formas para prevenir y manejar los deterioros cognitivos, desde cambios en el estilo de vida hasta actividades y ejercicios específicos para el cerebro.

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¿Qué son los deterioros cognitivos?

Los deterioros cognitivos se refieren a cambios negativos en las capacidades mentales y cognitivas de una persona. Estos cambios pueden afectar diversas áreas de la función cognitiva, como la memoria, la atención, el razonamiento, el lenguaje y la capacidad de tomar decisiones. Los deterioros en la cognición pueden variar desde problemas leves, como olvidar ocasionalmente cosas o tener dificultades para concentrarse, hasta trastornos más graves, como la demencia.

Algunas de las causas comunes de los deterioros cognitivos incluyen el envejecimiento normal, el estrés crónico, los trastornos neurológicos (como el Alzheimer o el Parkinson), las lesiones cerebrales traumáticas, los trastornos del sueño, el consumo excesivo de alcohol o drogas, y algunas enfermedades médicas y metabólicas.

Tipos de deterioros en la cognición

Según el grado de déficit que presente cada persona en las evaluaciones psicométricas que se realizan para medir las funciones cognitivas, se clasificará la enfermedad como leve, moderada o grave. Las características generales de cada grado incluyen:

  • Deterioro cognitivo leve: El deterioro leve de la memoria y de algunas funciones cognitivas superiores no se suelen diferenciar si no cuentan con alguna repercusión sobre la vida diaria del paciente.
  • Demencia leve: Se comienza a afectar la situación funcional del paciente y, de manera leve, las actividades de la vida diaria. Por ejemplo, desorientación en el tiempo y en el espacio, olvida nombres de personas conocidas, cuenta con problemas en la memoria reciente y presenta algunos cambios en su conducta.
  • Demencia moderada: Los síntomas dificultan la comprensión de órdenes, el aprendizaje, la desorientación tiempo-espacial, el cálculo numérico, etcétera. Igualmente, la conducta se vuelve más agitada, agresiva, ansiosa y depresiva.
  • Demencia grave: Hay pérdida total de la memoria remota y se presenta incapacidad para escribir y cuidar de sí mismo. El paciente es dependiente para las actividades básicas de la vida diaria.

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¿Cómo prevenir un deterioro cognitivo?

Existen varias formas en las que se pueden prevenir los deterioros cognitivos. Aquí se presentan algunas formas efectivas:

  • Adopta un estilo de vida saludable. Mantener una dieta equilibrada, rica en nutrientes y baja en grasas saturadas puede beneficiar la salud cognitiva. Asimismo, realizar ejercicio regularmente y mantener un peso saludable promueve una mejor circulación sanguínea y oxigenación cerebral.
  • Estimulación cognitiva. Mantener la mente activa y desafiada participando en actividades que estimulen tus habilidades cognitivas. Leer, resolver crucigramas, jugar juegos de mesa, aprender un nuevo idioma o tocar un instrumento musical. La idea es ejercitar diferentes áreas del cerebro para mantenerlo ágil y funcionando correctamente.
  • Controla el estrés. El estrés crónico puede tener un impacto negativo en la salud cognitiva. Aprender técnicas de manejo del estrés, como la meditación, la respiración profunda o la práctica de actividades relajantes, es útil para reducir los niveles de estrés y promover la salud mental
  • Mantén una vida social activa. La interacción social regular y significativa se ha asociado con un menor riesgo de deterioro cognitivo. Participar en actividades sociales, mantener relaciones cercanas con amigos y familiares, y buscar oportunidades para involucrarse en la comunidad es una estrategia eficiente.
  • Cuidar la salud cardiovascular. Existe una estrecha relación entre la salud cardiovascular y la salud cognitiva. Controlar la presión arterial, el colesterol y el azúcar en la sangre, y evita fumar puede contribuir a un mejor flujo sanguíneo y oxigenación cerebral.
  • Duerme lo suficiente. El sueño adecuado es esencial para la salud cognitiva. Procurar dormir de 7 a 8 horas por noche y establecer rutinas de sueño regulares mejora la calidad del descanso.

¿Cómo manejar los deterioros cognitivos?

El manejo de los deterioros cognitivos puede implicar una combinación de enfoques y estrategias, dependiendo de la causa y la gravedad de los síntomas. Te contamos de algunas pautas generales:

  • Medicación y tratamiento médico. Hay medicamentos que mejoran la memoria, tratan trastornos subyacentes o controlan los síntomas asociados.
  • Estimulación cognitiva. Participa en actividades y ejercicios que estimulen tu cerebro. Puedes utilizar juegos de memoria, rompecabezas, actividades de aprendizaje o programas de entrenamiento cerebral. La estimulación cognitiva regular, a través de los juegos de memoria, rompecabezas, actividades de aprendizaje o programas de entrenamiento cerebral, puede mantener y mejorar las habilidades mentales.
  • Organización y rutina. Establecer rutinas y mantener un ambiente organizado puede facilitar la realización de tareas diarias. De la misma forma, utilizar recordatorios, agendas, listas de tareas y otras herramientas puede ayudar a mantener un sentido de estructura y facilitar la memoria y la concentración.
  • Adaptaciones y modificaciones del entorno. Realizar ajustes en el entorno, como etiquetar objetos, utilizar recordatorios visuales, simplificar las rutinas y mantener un entorno libre de distracciones, facilita el manejo de las necesidades del paciente.
  • Mantener un estilo de vida saludable. Seguir adoptando un estilo de vida saludable que incluya una alimentación equilibrada, ejercicio regular, sueño adecuado y reducción del estrés puede ayudar a mantener un buen estado de salud general, incluida la salud cognitiva.

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