La mente humana es poderosa, compleja y ha sido fundamental para la evolución del ser humano. Su capacidad para procesar y responder a los estímulos externos es asombrosa, y en el corazón de este complejo sistema se encuentran los diversos tipos de memoria.
¿Te has preguntado alguna vez cómo influye la memoria en la construcción del ser? A continuación te contamos qué es la memoria, sus funciones básicas y los distintos
Fórmate con la Maestría Internacional en Psicología en Adultos y aprende cómo esta ayuda a configurar la persona.
Índice de contenidos
¿Qué es la memoria?
La memoria es un proceso cognitivo que implica la retención, almacenamiento y recuperación de información en el cerebro. En términos simples, es la capacidad del cerebro para codificar, almacenar y recordar experiencias pasadas. La memoria juega un papel fundamental en la formación de la identidad, el aprendizaje y la adaptación al entorno.
La memoria nos confecciona como personas, nos dice de qué forma estar y ser. Además, es creativa, ya que no solo conserva esta información que vamos adquiriendo y aprendiendo, sino que también elabora.
Funciones básicas de la memoria
Como hemos mencionado anteriormente, los humanos interpretamos el mundo que nos rodea gracias a los procesos cognitivos de percepción, aprendizaje y memoria. Esta última, encargada de retener y evocar conocimientos adquiridos, tiene tres funciones básicas: recoger, organizar y recuperar.
Para la recogida de la información, esta se encarga de codificar los inputs que llegan del exterior en representaciones mentales. La realidad no es siempre lo que se cree, ya que esta transformación siempre es subjetiva. El almacenamiento de esta información se organiza por un complejo esquema y mapas mentales para que, finalmente, se pueda recuperar y acceder a dicha información.
También te puede interesar: Prevención y manejo de los deterioros cognitivos.
Tipos de memoria
Una de las teorías más consolidadas en el mundo de la psicología cognitiva es la teoría multialmacén. Esta teoría sostiene que la memoria no es un sistema unitario, sino que está compuesta por múltiples almacenes o sistemas de almacenamiento que operan de manera independiente.
Veamos a continuación cuáles son los tipos de memoria existentes.
La memoria sensorial (MS)
Dentro de los tipos de memoria, la sensorial se encuentra en la primera línea de fuego. Esta se encarga de registrar, gracias a nuestros sentidos, lo que proviene del exterior. Se trata de una memoria muy breve, pero aun así suficiente para pasar dicha información al siguiente nivel, el cual explicaremos más adelante.
La memoria sensorial también dispone de su propio subsistema, dependiendo del sentido que se utilice para codificar la información. Sus funciones son muy primarias: registrar las características de los inputs que nos llegan del exterior, así como las sensaciones causadas.
La memoria a corto plazo (MCP)
Esta es la segunda línea. Una vez la memoria sensorial ha captado, la información se transfiere a la memoria a corto plazo. Esta se encarga de organizar los distintos estímulos. Por ejemplo, cuando vemos la cara de una persona, primero la memoria sensorial describe dicha información para que sea la MCP quien decida si reconoce o no dicha cara. Pasa lo mismo con los nombres, las voces o incluso contentar la respuesta correctamente en una evaluación.
La memoria a largo plazo (MLP)
Se trata del sistema más complejo y el que podríamos denominar almacén de los tipos de memoria. Esta se encarga de retener toda la información que dispone una persona sobre el mundo que le rodea y de ella misma. Gracias a este tipo de memoria nos comunicamos y le damos sentido a las cosas. El acceso a esta memoria a veces es inconsciente, pero facilita la recuperación de alguna información cuando es preciso.
En definitiva, cada tipo de memoria desempeña un importante papel en la vida cotidiana de las personas, desde recordar detalles fugaces hasta formar recuerdos duraderos.
¿Quieres conocer más sobre el funcionamiento cognitivo? Documéntate sobre los trastornos neuropsicológicos.