Los trastornos neuropsicológicos afectan al funcionamiento cognitivo y emocional de una persona debido a ciertas disfunciones en el sistema nervioso. Estos trastornos pueden tener diversas causas y manifestaciones, lo que los hace un campo de estudio fascinante y esencial para comprender cómo afectan a la salud mental y emocional de las personas.
Por ello, en el Día Mundial de la Salud Mental hemos destinado un blog a hablar sobre los trastornos neuropsicológicos, desde su concepto, a su impacto y sus tipos. ¿Nos acompañas?
Fórmate con la doble maestría en neuropsicología y deterioros cognitivos y obtén los conocimientos necesarios para abordar los desafíos neuropsicológicos.
Índice de contenidos
Trastornos neuropsicológicos y demencias
Los trastornos neuropsicológicos y las demencias son condiciones complejas que impactan profundamente en la calidad de vida de las personas. Por ello, a continuación exploramos en profundidad la relación que hay entre ambos conceptos.
Concepto de trastorno neuropsicológico
Se tratan de afecciones que se caracterizan por un amplio espectro de síntomas que afectan la capacidad de una persona para pensar, aprender, recordar, razonar y mantener relaciones interpersonales.
Cabe destacar que existen varias razones que pueden causar estos trastornos, como por ejemplo, lesiones cerebrales traumáticas, enfermedades neurológicas, trastornos genéticos o factores ambientales.
Concepto de demencia
La demencia es un trastorno neuropsicológico común que se manifiesta principalmente en personas mayores. Se caracteriza por una disminución progresiva de las habilidades cognitivas, como la memoria, el lenguaje y la toma de decisiones. Por ejemplo, el Alzheimer es una de las enfermedades más conocidas de demencia.
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Impacto de los TCE en los trastornos neuropsicológicos
Los traumatismos craneoencefálicos (TCE) son una causa importante de trastornos neuropsicológicos adquiridos. Cuando una persona sufre un TCE, las consecuencias pueden variar desde síntomas leves hasta discapacidades cognitivas graves. Además, los TCE pueden provocar problemas de memoria, atención, concentración y alteraciones en el comportamiento, lo que a menudo se traduce en trastornos neuropsicológicos.
Trastornos neuropsicológicos adquiridos
Este tipo de trastornos pueden surgir debido a accidentes cerebrovasculares, tumores cerebrales, infecciones del sistema nervioso o envenenamientos, entre otras causas.
El tratamiento de este tipo de trastornos incluye terapias cognitivas, fisioterapia y medicamentos. Igualmente, la rehabilitación es esencial para ayudar a las personas a recuperar la funcionalidad y mejorar su calidad de vida.
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Trastornos neuropsicológicos congénitos
Los congénitos se deben a anomalías en el desarrollo del sistema nervioso durante la gestación. Algunos ejemplos de estos trastornos incluyen el síndrome de Down, el trastorno del espectro autista y la parálisis cerebral. Además, cabe destacar que aunque estos trastornos formen parte del mismo tipo, cada uno de ellos tiene sus propias características y desafíos.
Las personas que conviven con ellos a menudo necesitan un apoyo continuo y una educación especializada para desarrollar su máximo potencial. En este sentido, la conciencia y la inclusión son fundamentales para brindar a estas personas las oportunidades que merecen.
Con todo ello, podemos concluir que la prevención de lesiones cerebrales traumáticas y la atención médica adecuada son pasos cruciales en la mitigación de estos trastornos. Además, otra cuestión importante es promover la inclusión y la conciencia en la sociedad para garantizar que las personas con trastornos neuropsicológicos tengan la oportunidad de vivir sin obstáculos.