Aprender cómo ser asertivo no solo mejora la comunicación, sino que también fomenta el respeto mutuo y la autoestima. En el ámbito de las relaciones interpersonales, ser asertivo es una habilidad fundamental que permite expresar pensamientos, emociones y necesidades de manera clara y respetuosa, sin agredir ni ser pasivo.

En este artículo, te explicaremos qué es, sus técnicas más efectivas y cómo se puede desarrollar para llevar las relaciones a un nivel más saludable.

¿Te gustaría aprender más? Fórmate con la doble maestría internacional en terapia de pareja y medición familiar. 

Maestría Internacional en Terapia de Pareja + Maestría Internacional en Mediación Familiar – Doble Titulación –

¿Cuáles son las 7 técnicas asertivas?

La asertividad se puede desarrollar a través de diversas técnicas que nos ayudan a comunicar nuestras ideas y sentimientos sin miedo y con respeto.

Estas son las siete técnicas más efectivas para aprender cómo ser asertivo:

  • Disco rayado. Consiste en repetir de manera calmada y constante tu punto de vista sin dejarte influenciar por manipulaciones o provocaciones. Es útil para cuando intentan desviarte del tema o hacerte ceder.
  • Banco de niebla. Es una técnica que implica reconocer la verdad en lo que dice la otra persona, pero sin ceder a sus exigencias. De esta manera, demuestras que escuchas, pero mantienes tu posición.
  • Aplazamiento. Si en algún momento te sientes abrumado por la situación, es válido pedir tiempo para reflexionar antes de responder. Esto te permite formular una respuesta adecuada y justa.
  • Preguntar asertivamente. Formular preguntas que te permitan clarificar la situación y obtener más información. Esto demuestra interés y apertura sin perder la posición.
  • Aceptación de críticas. Se trata de aceptar los errores cuando son verdaderos, sin justificarte ni defenderte excesivamente. Esto refleja madurez y una buena autoestima.
  • Técnica del sándwich. Es útil para dar críticas constructivas. Consiste en enmarcar el comentario negativo entre dos afirmaciones positivas, suavizando el impacto sin dejar de ser honesto.
  • Expresar sentimientos positivos. No todo en la asertividad es defensa o límites. También es importante expresar lo que te gusta y valoras de los demás, lo que ayuda a fortalecer las relaciones.

¿Cuándo utilizar cada técnica?

La elección de la técnica adecuada depende del contexto y de la persona con la que nos estamos comunicando. Por ejemplo, el disco rayado es más efectivo cuando necesitamos mantener la postura frente a alguien insistente, mientras que la técnica del sándwich es ideal en ambientes laborales o familiares para hacer críticas constructivas sin dañar la relación.

¿Cuál es la fórmula para ser asertivos?

Aunque la asertividad puede parecer complicada, existe una fórmula sencilla que nos ayudará a estructurar la comunicación. Esta fórmula se resume en cuatro pasos:

  1. Describir la situación objetivamente. Comienza describiendo lo que sucede, sin emitir juicios ni exagerar. Por ejemplo, “Cuando llegas tarde a nuestras reuniones…”
  2. Expresar tus sentimientos. Explica cómo te hace sentir la situación. Esto permite que la otra persona entienda el impacto emocional de sus acciones. Ejemplo: “…me siento frustrado y desvalorizado…”
  3. Pedir lo que necesitas. Sé claro y directo sobre lo que necesitas o esperas. No asumas que la otra persona sabe lo que piensas. Ejemplo: “…me gustaría que me avisaras si vas a llegar tarde…”
  4. Explicar las consecuencias. Menciona las consecuencias positivas de cambiar la situación o las negativas si todo sigue igual. Ejemplo: “…así podemos planificar mejor y evitar malentendidos.”

Esta fórmula te ayudará a comunicarte de forma más clara y directa, favoreciendo un diálogo abierto y constructivo.

Cómo mantener una relación amorosa sana y estable

¿Qué necesita una persona para ser asertiva?

Desarrollar la asertividad requiere ciertas habilidades y actitudes que pueden entrenarse con práctica constante:

  • Autoconocimiento. Es fundamental identificar lo que se desea, lo que se necesita y cuáles son los propios límites. Esto permite comunicarse de manera auténtica y coherente con los propios valores.
  • Autoestima saludable. Es importante confiar en uno mismo y en el derecho a expresar sentimientos y opiniones. Trabajar en la autoestima facilita la seguridad al expresar lo que se piensa.
  • Empatía. Escuchar a los demás y entender su punto de vista es esencial para una comunicación efectiva. La empatía ayuda a equilibrar las propias necesidades con las de los demás, favoreciendo relaciones más saludables y respetuosas.
  • Práctica y perseverancia. Como cualquier habilidad, la asertividad mejora con la práctica. Se recomienda aplicar las técnicas en situaciones cotidianas y aumentar gradualmente el nivel de dificultad a medida que se gane confianza.

El papel de la comunicación no verbal

La postura, el tono de voz y el contacto visual son elementos clave en este tipo de comunicación. Mantener una postura abierta, erguida y relajada, muestra confianza y disposición para interactuar. Un tono de voz firme pero calmado, sin agresividad ni timidez, transmite claridad y seguridad en lo que se dice.

Además, mantener el contacto visual con la otra persona indica atención y respeto, favoreciendo una conexión más auténtica y sincera.

Estos aspectos, combinados con un lenguaje verbal asertivo, potencian la eficacia de nuestro mensaje y la percepción que los demás tienen de nosotros.