El sentimiento de frustración es una de las sensaciones más desagradables que se produce cuando esperamos recibir algo o tenemos altas expectativas, pero estas no se cumplen. Seguro que tú también has sido víctima en más de una ocasión de este sentimiento. Por eso, en el blog de hoy te contamos cómo aprender a gestionar la frustración.
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Índice de contenidos
¿Qué es el sentimiento de frustración?
La frustración se define como aquel sentimiento que surge cuando no podemos satisfacer nuestros deseos. Ante ella, las personas afectadas reaccionan con ira y ansiedad, principalmente. Todos hemos sucumbido, y seguro que no podremos evitar volver a sentirla en algún momento de nuestras vidas.
Aunque es imposible escapar de este sentimiento, sí que se puede aprender a gestionar la frustración y aceptar que las cosas no siempre van a salir como a nosotros nos gustaría.
¿Cómo se siente una persona frustrada?
Las personas frustradas suelen reaccionar con sentimientos de ira ante la incapacidad de lograr lo que querían. Además, esta frustración puede acabar en ansiedad y otros problemas que, si persisten en el tiempo, deberían ser tratados por un profesional.
Existen también las personas con baja tolerancia a la frustración. Estas tienen en común una serie de características, tales como la dificultad de controlar sus emociones, la predisposición a desarrollar ansiedad o depresión e incluso una baja capacidad de flexibilidad, por ejemplo.
Un individuo con esta característica, además, se desmotivará más fácilmente ante cualquier obstáculo que se presente en su camino y puede que opte por el chantaje emocional si no consigue lo que quiere.
¿Cómo superar la frustración?
Tener una buena actitud es fundamental para superar la frustración. Tenemos que comprender que se trata de una sensación temporal y que podemos revertirla. Así, el individuo debe ser consciente del factor externo que ha causado la frustración, por un lado, y de cómo se siente al respecto por el otro.
Algunos trucos que se recomiendan para sobrellevar la frustración son salir a dar un paseo, hacer ejercicio o practicar algún tipo de meditación. Estas prácticas contribuyen a calmar nuestra ira a corto plazo, pero después vamos a necesitar una ayuda para redistribuir nuestras ideas y expectativas.
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Tips para atravesar la frustración
Hay algunas prácticas que te pueden guiar:
- Aceptar que no siempre conseguimos lo que queremos, por más que luchemos por ello.
- Es normal sentirse mal; acéptalo e intenta calmar tu mente a través de esta aceptación.
- No te regodees en el victimismo.
- Busca alternativas. Analiza por qué no has conseguido lo que te proponías y cómo puedes hacerlo mejor.
- No dejes que otros te digan si conseguirás o no tus propósitos. Lo que digan los demás no significa nada.
- Crea una guía de pasos a seguir para conseguir lo que te propones.
- Pide ayuda.
- Celebra cada logro aunque no creas que sea importante. No hay que subestimar el alcance que pueden tener los pequeños avances.
Causas de la frustración
Hay ciertos elementos o factores que pueden causar la frustración. Ya sea porque la causan de forma directa o porque contribuyen a generarla poco a poco en nuestro interior. Así, el individuo que la sufre llega a sentir malestar por las siguientes causas:
- El carácter de la persona. Puede que el individuo tenga un temperamento propenso a la frustración.
- Su entorno social. En la sociedad occidental es mucho más habitual encontrar esta emoción que en otras culturas, por ejemplo.
- Dificultades a la hora de expresar sus emociones y de identificarlas, lo que impide gestionarlas correctamente ante situaciones desagradables.
- Déficits en cuestiones de autocontrol en las emociones.
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