La psicopatología infantil permite diagnosticar y tratar los trastornos mentales y problemas conductuales que se originan en la infancia y la adolescencia. Si estás pensando en especializarte en este ámbito de la psicología clínica sigue leyendo para hacerte una idea básica de la psicopatología infantil y conocer la clasificación de los trastornos en la infancia, así como su proceso diagnóstico.
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Índice de contenidos
¿Qué es la psicopatología infantil?
La psicopatología infantil es la ciencia que estudia los trastornos mentales en niños/as y adolescentes. Hablamos de alteraciones que pueden impactar significativamente en el desarrollo emocional, cognitivo y social del infante, generando una dificultad para aprender en la escuela o para desarrollarse con los demás.
Algunos de los signos diagnósticos que indican que puede evidenciarse un trastorno infantil son:
- Comportamiento anormal por parte del menor, mostrando, por ejemplo, una actitud agresiva o conducta antisocial.
- Falta de atención o problemas para concentrarse y comprender lo trabajado en la escuela.
- Dificultad para comunicarse de manera efectiva.
- Limitaciones para relacionarse con el entorno, ya sean amigos o familia.
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Clasificación de la psicopatología infantil: tipos de trastornos en niños/as
La psicopatología infantil incluye una gran cantidad de trastornos mentales, los cuales se clasifican según sus propias características y síntomas. A continuación, vemos cuáles son los tipos de trastornos y problemas de conducta más comunes en la infancia y la adolescencia:
Trastornos del espectro autista
El autismo engloba una serie de alteraciones relacionadas con el desarrollo, generadas por ciertas anomalías en el cerebro. El trastorno del espectro autista genera dificultades para comunicarse y relacionarse socialmente, entorno, además de caracterizarse por patrones de comportamientos y movimientos repetitivos.
Trastornos de ansiedad
La ansiedad infantil se produce cuando el o la menor pasa por situaciones estresantes y desagradables en sus primeros años de vida. Los niños/as que los los sufren suelen tener preocupaciones y miedos intensos que terminan con episodios repetidos y repentinos de angustia y tensión sostenida.
Trastornos de la alimentación
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son alteraciones graves caracterizadas por comportamientos alterados con relación a la ingesta de alimentos, el peso corporal y la percepción de la figura. Los TCA comienzan a darse especialmente en el comienzo y transcurso de la adolescencia, afectando tanto la salud física como psicológica y, en función de la gravedad, quien padece un TCA puede llegar a poner en peligro su propia vida.
Trastornos del sueño
La falta de sueño puede afectar a la salud y a la calidad de vida en general, y este es un problema que también afecta a los niños/as. Los síntomas que pueden indicar que un niño/a tiene insomnio, u otro tipo de trastorno del sueño, son la somnolencia diurna, una respiración irregular o moverse demasiado durante la noche.
Trastornos del estado de ánimo
Por regla general, los trastornos del estado de ánimo, como un diagnóstico de depresión, por ejemplo, se producen cuando el estado emocional de los menores está distorsionado y afecta a su comportamiento. Dar muestras de baja autoestima, evitar relacionarse con los demás, tener un bajo rendimiento escolar o mostrar cambios en el apetito o el peso pueden ser señales de alarma para valorar la presencia de este tipo de trastornos.
Evaluación y diagnostico en psicopatología infantil
Existen varias acciones que permiten diagnosticar un trastorno mental en la infancia, aunque todas ponen el foco en investigar el entorno del infante en cuestión.
1. Entrevista a los progenitores para conocer la realidad del niño/a
El primer paso es intentar recoger toda la información posible a través de una entrevista clínica a las madres y los padres. El objetivo es llegar a conocer las rutinas del día a día del infante cuando está con la familia y las características del menor en relación con su personalidad y desarrollo.
2. Diagnóstico a través del juego
El día a día de los niños/as se basa en el juego, ya que para ellos es una actividad esencial para divertirse, aprender y desarrollarse. Por eso, si se interviene en este aspecto, puede suponer una aproximación a su mundo interno que el niño/a percibirá de manera inconsciente. Además, probablemente se descubrirán sus capacidades, miedos y fantasías. Normalmente, en esta fase del proceso se valora la modalidad del juego, la motricidad, la creatividad, la personificación, entre otros aspectos.
3. Visitas escolares
Si el tratamiento lo requiere, se realizan visitas al centro escolar donde acude el niño/a para colaborar con el equipo psicopedagogo y concretar un proceso común. De esta manera, se juntan dos fuerzas que trabajan en común para completar el diagnóstico del trastorno.
4. Informe psicológico y entrega de resultados
Según lo valorado y lo que se ha podido observar en las fases anteriores sobre el entorno y las rutinas del infante, se procede a elaborar el informe, redactando el diagnóstico de manera clara y concisa. Una vez realizado, se programa una sesión con las madres y los padres para revisarlo y aconsejarles sobre cómo ayudar y acompañar a su hijo/a. En este caso, puede considerarse aplicar la terapia psicológica y, si fuera necesario, la administración de fármacos, con el fin de mejorar la calidad de vida del o la menor.
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